Todos somos un poco "manostijeras". Somos diferentes, si, y luchamos por defender esa diferencia dentro de nuestra familia, nuestros amigos o nuestros compañeros y todos queremos ser aceptados tal y como somos, pero esto en ocasiones no es fácil.
Hay que aprender a apreciar las diferencias de cada persona, que son al final una fuente de riqueza; con nuestros alumnos es importantísimo trabajar el tema de los prejuicios y el saber aceptarse a uno mismo y a los otros, de esta forma conseguiremos una buena convivencia.